FUTBOL CLUB BARCELONA
Esta semana nos centraremos en un club español de relevancia mundial, máximo exponente del juego de calidad y que tiene más de 160.000 socios repartidos por todo el mundo (lo que lo convierte en el club con más socios del mundo), el FCBarcelona.
El Futbol Club Barcelona es una entidad deportiva de la ciudad de Barcelona, (España). Fue fundado como club de fútbol el 29 de noviembre de 1899 por doce jóvenes futbolistas aficionados, liderados por el suizo Hans Gamper. El FC Barcelona es conocido popularmente como Barça (pronunciado [barsə]), abreviación de la pronunciación de «Barcelona» (en catalán barcelonés, pronunciado [barsalona]) y sus seguidores como «culés» (pronunciación del catalán culers). Cabe señalar que el nombre oficial del club es "Futbol Club Barcelona", escrito en catalán, por lo que la letra "u" de "fútbol" no lleva acento ortográfico.
Una de las principales características del FC Barcelona es su carácter polideportivo. Además de su sección principal, la de fútbol, el club cuenta con otras cuatro secciones profesionales: las de baloncesto, balonmano, hockey sobre patines y fútbol sala, en las que está considerado uno de los mejores clubes de Europa. Entre las cinco secciones profesionales, el FC Barcelona suma 27 Copas de Europa.
Además de estas cinco secciones profesionales, el club cuenta con secciones amateurs en otras disciplinas deportivas: hockey sobre hierba, atletismo, patinaje, hockey sobre hielo, béisbol, voleibol, rugby y ciclismo.
Las 10 disciplinas de deportes de equipo le han aportado al club 78 ligas nacionales y 106 copas de España.
Otro de sus hechos distintivos es su enorme masa social de socios y aficionados. El club rebasó en 2006 los 150.000 socios, lo que lo convierte en el segundo club de fútbol con más asociados
del mundo (el primero es el Benfica), seguido del Bayern de Múnich alemán[1] . Existen, además, más de 1.800 peñas barcelonistas repartidas por todo el mundo. Cabe anotar que el FC Barcelona es uno de los cuatro únicos clubes profesionales de España (junto a Real Madrid, Athletic de Bilbao y Osasuna) que no es sociedad anónima, de manera que la propiedad del club recae en sus socios.
Dimensión sociopolítica del club
Actualmente el FC Barcelona aglutina a socios y aficionados de todas la ideologías políticas, creencias religiosas y procedencias geográficas. Sin embargo, según la mayoría de historiadores y sociólogos, la enorme masa social del club no ha respondido históricamente a motivos exclusivamente deportivos, sino también al carácter representativo que, para muchos aficionados, ha tenido y tiene el club en el terreno social y político.
El club, considerado como la entidad social más conocida de Cataluña en el exterior, ha cumplido a lo largo de su historia, para muchos aficionados, una función representativa de defensa de los valores catalanistas, que el club ha defendido públicamente en múltiples ocasiones, como apunta el periodista inglés Jimmy Burns en su libro Barça, la pasión de un pueblo. El club siempre se ha significado por actividades y gestos en defensa de la cultura y la lengua catalana, que siempre ha sido la lengua oficial de todos los documentos del club, salvo en los años de dictadura franquista. Excepto en ese mismo período, el capitán del equipo siempre ha lucido la bandera catalana como brazalete distintivo. El club, además, también se ha manifestado formal y públicamente en apoyo de las reivindicaciones de mayor autonomía para Cataluña, y firmó manifiestos de apoyo a los estatutos de autonomía tanto en 1931 como en 1979 y, recientemente, en el año 2005.
Esa trayectoria de defensa de los valores catalanes fue reconocida el 21 de diciembre de 1992 cuando la Generalidad de Cataluña, presidida por Jordi Pujol, le otorgó la Creu de Sant Jordi, la máxima distinción que otorga el gobierno de Cataluña.
Algunos historiadores y ensayistas, como Manuel Vázquez Montalbán, llegaron a apuntar que, para muchos catalanes, el FC Barcelona cumple en Cataluña el papel sustitutorio de la selección catalana en el concierto internacional, a pesar de la larga tradición de deportistas españoles de origen no catalán y de extranjeros que ha tenido el club. Estos ensayistas apuntan que ése es uno de los motivos por los que el club barcelonista cuenta con equipos en tantas disciplinas deportivas diferentes como el baloncesto, balonmano, hockey sobre patines, atletismo, voleibol, etcétera.
En esa línea, cabe anotar que el FC Barcelona se ha manifestado públicamente en favor del reconocimiento internacional de las selecciones deportivas catalanas. En los últimos años no sólo ha promovido la organización de partidos amistosos entre la selección de Cataluña y otras selecciones internacionales de primer nivel como Brasil o Argentina, sino que ha cedido gratuitamente sus instalaciones como sede de los encuentros y ha prestado a todos sus deportistas. Además, el club ha firmado manifiestos públicos en favor de la causa. Durante la presidencia de Joan Laporta, él mismo y algún jugador como Oleguer participaron en una campaña publicitaria de la Plataforma Pro-Selecciones Catalanas que, bajo el eslogan «una nación, una selección», ocupó espacios publicitarios en una gran cantidad de medios de comunicación escritos y audiovisuales de Cataluña.
A pesar de su vinculación con ideas catalanistas, el club ha contado siempre con gran cantidad de aficionados e incluso socios en toda España, fuera de Cataluña, atraídos por los valores deportivos del club. Algunos historiadores, sin embargo, han apuntado que, además de la admiración por los valores deportivos, muchos aficionados españoles simpatizan con el Barcelona al ver en el club catalán la alternativa al " "centralismo político" " que identifican al Real Madrid, especialmente desde los años de la dictadura franquista. Fue en aquellos años cuando se acuñó la frase de que el FC Barcelona era «más que un club», que se convirtió en el eslogan más conocido de la entidad.
Por otra parte, y como han apuntado diversos historiadores, el club también aglutinó, especialmente durante sus primeras décadas de vida, a los simpatizantes del republicanismo. Desde principios del siglo XX diferentes hechos apuntan la complicidad de los dirigentes del club con los ideales republicanos. Cabe hacer notar que, a diferencia de la mayoría de clubes españoles de la época, el Barcelona nunca solicitó el reconocimiento de la monarquía española ni la concesión del tratamiento de "Real".
El momento de mayor distanciamiento entre el club y la monarquía española tuvo lugar bajo el reinado de Alfonso XIII, y durante la dictadura de Primo de Rivera. En el estadio de Les Corts, los aficionados del Barcelona habían manifestado críticas a la dictadura y exhibido algunas pancartas contra el régimen. Finalmente, el 14 de junio de 1925 los 14.000 aficionados del estadio abuchearon la Marcha Real, interpretada por una banda de música. Días más tarde, el Capitán General y Gobernador Civil de Barcelona Joaquín Milans del Bosch dictó una orden que clausuró el estadio durante seis meses, y obligó a dimitir a Hans Gamper como presidente del club y a exiliarse a Suiza durante una temporada. La orden de clausura del estadio justificaba la medida indicando que «en la citada sociedad hay personas que comulgan con ideas contrarias al bien de la Patria», como recoge el historiador Jaume Sobrequés en su obra FC Barcelona, Cien años de historia. Fue la sanción más dura que ha recibido el club en toda su historia. Como señala el propio Sobrequés, el punto culminante del compromiso del club con los principios republicanos tuvo lugar a partir de 1931, cuando se proclamó la Segunda República Española y, sobre todo a partir del inicio de la Guerra Civil española cuando, en 1936, el FC Barcelona se convirtió voluntariamente en "Entidad al servicio del gobierno legítimo de la República".
Tras el restablecimiento de la democracia en España en 1977, el club ha ido perdiendo esa connotación política. Normalizó sus relaciones con la corona española y en diversas ocasiones expediciones formadas por dirigentes y deportistas del club han ofrecido sus trofeos en el Palacio de la Zarzuela. El noviazgo y posterior matrimonio de la Infanta Cristina con el jugador de balonmano del FC Barcelona Iñaki Urdangarín hizo frecuente a finales de los años 1990 y principios de los años 2000 la presencia de miembros de la Familia Real Española en el Palau Blaugrana, con el Rey Juan Carlos I incluido. El último gesto de complicidad entre el club y la Casa Real tuvo lugar el 17 de mayo de 2006, con motivo de la final de la Liga de Campeones de la UEFA 2005-06, cuando los Reyes acudieron a París para mostrar su apoyo al conjunto azulgrana y, concluido el encuentro, bajaron al césped a felicitar a los jugadores del equipo junto al presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, declarado seguidor del conjunto barcelonista, y el presidente de la Generalidad de Cataluña Pasqual Maragall.
En el terreno religioso, y pese a que el fundador del club, Hans Gamper, y sus primeros dirigentes eran protestantes, el club adquirió a partir de los años 1940, tras la Guerra Civil española, un carácter marcadamente católico. Fueron habituales las ofrendas del club al Monasterio de Montserrat, e incluso el estadio del Camp Nou cuenta con una capilla junto a los vestuarios, con una reproducción de la Virgen de Montserrat. En 1982, incluso, el Papa Juan Pablo II recibió el carné de socio número 108.000 del club, con motivo de una misa multitudinaria que ofició en el Camp Nou.
En los últimos tiempos el club se ha significado por sus gestos solidarios. A principio de los años 1980 ya organizó un partido amistoso en beneficio de UNICEF, en el que el Barça se enfrentó en el Camp Nou al equipo "Human Stars", una selección de los mejores futbolistas del mundo. A mediados de los años 90 volvió a repetirse la experiencia. También en esa década el club se implicó en la lucha contra la droga, organizando diversos partidos en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Droga, cuyos beneficios se destinaron al "Proyecto Hombre".
Con la llegada de Joan Laporta a la presidencia, el club manifestó su intención de incrementar su implicación en causas sociales, expresando el deseo de que el club sea reconocido mundialmente por su talante solidario. En ese sentido, a finales del año 2005, el FC Barcelona organizó un partido amistoso en el Camp Nou ante una selección conjunta de jugadores israelíes y palestinos, que por primera vez compartieron equipo. En los últimos años el club ha firmado diversos acuerdos de colaboración con ONGs, dando ayudas económicas para el desarrollo de países del Tercer Mundo.
A partir de 2006, el club donará cada año el 0,7 por ciento del presupuesto anual del club a la UNICEF, para que ésta lo destine a mejorar las condiciones de vida de los niños de todo el mundo. Además ha colocado el nombre de la organización en el espacio central de su primer equipaje, siendo la primera vez que se publicita de esta manera.
Historia
Futbol Club Barcelona fue fundado el 29 de noviembre de 1899 por un grupo de doce aficionados al fútbol, convocados por el suizo Hans Gamper mediante un anuncio publicado en la revista Los Deportes el 22 de octubre del mismo año. Entre los doce fundadores del club había seis españoles, tres ingleses, dos suizos y un alemán. El nombre original escogido fue "Football Club Barcelona", en inglés, y se designó al inglés Walter Wild como primer presidente del club por ser la persona de más edad de entre las presentes.
A finales de su primera década consiguió sus primeros títulos, una Copa de España y una Copa de los Pirineos.
Durante los años 1910 el club dio un gran salto, tanto deportivo como social: ganó dos Copas de España y tres Copas de los Pirineos, y llegó a los 3.000 asociados, convirtiéndose ya en una de las sociedades más populares de Cataluña. En aquellos años fue cuando se popularizó el apelativo de "culés" referente a los aficionados del club. El equipo jugaba sus partidos en un campo situado en la calle Industria de Barcelona, que se llenaba masivamente cuando jugaba el Barcelona, y desde la calle se veía cómo estaban sentados, de espaldas, los aficionados situados en la parte más alta del graderío. La imagen desde la calle era la de una gran cantidad de traseros (culos), por ello, a los aficionados del Barcelona se les comenzó a llamar "culés". De esa década también cabe anotar que, en 1914, el club creó su primera sección polideportiva, la de atletismo.
Los años 1920 pasaron a la historia como la primera época dorada del club. Se pasó de 3.000 a 11.000 socios y, en 1922, se estrenó el primer gran estadio del Club, Les Corts, con capacidad para 30.000 espectadores. Fueron años en los que el club ganó cuatro Copas de España y, en 1929, la primera Liga española de la historia. También cabe anotar los incidentes acaecidos en 1925 cuando el gobierno de la dictadura de Primo de Rivera cerró el estadio de Les Corts durante seis meses y obligó a dimitir al presidente Hans Gamper a causa de los silbidos con los que la afición barcelonista recibió la interpretación de la Marcha Real en los prolegómenos de un encuentro. De esa década cabe destacar que el club avanzó en la línea de ampliar su carácter polideportivo, y creó las secciones de hockey hierba, baloncesto y rugby.
Los años 1930 fueron de gran crisis para el club. Se inició la década con el suicidio de Hans Gamper, probablemente debido a la catastrófica situación económica en la que se vio sumido tras el desplome de la bolsa de Wall Street en 1929[2] . Posteriormente, con el advenimiento de la Segunda República se produjo un descenso del número de socios que se agravó con el estallido de la Guerra Civil española en 1936. Ese año, además, el presidente del club Josep Sunyol, que era político de Esquerra Republicana de Catalunya, fue asesinado a manos de las tropas franquistas en una emboscada en la Sierra de Guadarrama. El club acabó la década con tan sólo 2.500 socios.
Durante los años 1940 el club fue superando poco a poco su crisis social y deportiva. El club fue tomado por las autoridades del nuevo régimen franquista que, en adelante y hasta 1953, designarían directamente al presidente del club. Los nuevos rectores españolizaron todos los estamentos del club, eliminando cualquier connotación catalanista o anglosajona. En 1940 el club pasó a denominarse "Club de Fútbol Barcelona" en lugar de "Football Club Barcelona", y se modificó el escudo: se suprimieron las cuatro barras de la bandera catalana para colocar en su lugar la bandera española, aunque en 1949, con motivo de las bodas de oro del club, el gobierno autorizó la reinstauración de la bandera catalana. En el plano deportivo se recompuso el equipo tras la crisis de la guerra, y se acabaron conquistando tres ligas españolas, una Copa de España y dos Copas Eva Duarte. Además, en los años 40 se crearon nuevas secciones polideportivas entre las que destacaron las de balonmano y hockey sobre patines. Todo ello contribuyó a que, al finalizar la década, coincidiendo con las bodas de oro del club, se superasen los 25.000 socios.
Los años 1950 fueron una de las mejores décadas de la historia del club, tanto en el plano deportivo como social. El fichaje de Ladislao Kubala, en 1950, fue la piedra angular sobre la que se construyó un equipo que, en esa década, consiguió 3 ligas españolas, 5 Copas de España, 4 copas Eva Duarte, 3 Copa Duward, 1 Copa Latina, 2 Copa Martini Rossi, y 1 Pequeña Copa del Mundo de Clubes. La masa social creció hasta los 38.000 socios que dejaron pequeño el campo de Les Corts, de manera que se construyó un nuevo estadio, el Camp Nou, inaugurado en septiembre de 1957. Otros hechos destacados de esa década fue la celebración de las primeras elecciones semi-democráticas (votaron sólo los socios varones) a la presidencia del club, en 1953. Ese mismo año tuvo lugar un contencioso con el Real Madrid por el fichaje de Alfredo Di Stéfano.
Cabe decir que durante los casi 40 años de la dictadura de Francisco Franco en España, cuando se prohibieron y reprimieron las instituciones políticas catalanas, el club se convirtió en uno de los símbolos de la lucha anti-franquista en Cataluña y de la resistencia contra el centralismo que representaba el régimen franquista. El estadio del F.C. Barcelona se convirtió en uno de los pocos escenarios públicos donde los aficionados se expresaban libremente, y el club se convirtió en el mejor embajador de Cataluña en el exterior. Fue en aquellos años cuando se dijo que, por su simbolismo, el Barcelona era "más que un club".
Tras los éxitos de los años 50 llegó la crisis de los años 1960, en los que el equipo de fútbol tan sólo logró ganar 2 Copas de España y 2 Copas de Ferias. Estos títulos, sin embargo, no lograron compensar la derrota en la final de la Copa de Europa de 1961, la crisis social generada por las marchas de Helenio Herrera y Luis Suárez al Inter de Milán (con los que el conjunto italiano ganaría dos Copas de Europa), ni los éxitos europeos del gran rival barcelonista, el Real Madrid. A pesar de todo, el número de socios aumentó de los 39.000 a los 55.000 durante esa década.
Durante los años 1970 continuó el imparable aumento de socios del club: se pasó de los 55.000 a los 80.000. Fueron los años en los que el fútbol español abrió las puertas a los extranjeros, y el club fichó a jugadores como Johan Cruyff, Johan Neeskens, Hugo Sotil, Krankl o Simonsen. El equipo de fútbol conquistó en esa década una Liga española, dos Copas del Rey, 1 Copa de Campeones de Ferias y una Recopa de Europa. En 1978 llegó a la presidencia Josep Lluís Núñez, que dirigiría el club las siguientes dos décadas.
Los años 1980 fueron de grandes inversiones en el fichaje de grandes estrellas como Maradona, Schuster o Lineker, pero el equipo de fútbol sólo pudo ganar en España una liga, tres Copas del Rey, una Supercopa y dos Copas de la Liga. A nivel europeo se ganaron dos Recopas, pero se volvió a perder una final de la Copa de Europa, la disputada en Sevilla en 1986. Tras una grave crisis deportiva y social, en 1988 el club contrató a Johan Cruyff como entrenador, un hecho que marcaría el destino del club durante la siguiente década. Lo más positivo de los años 80 fue la ampliación del Camp Nou, el incremento de socios, que superó la cifra de los 100.000, la revitalización económica del club, y los éxitos de las secciones de baloncesto, balonmano y hockey sobre patines, que conquistaron importantes títulos españoles y europeos.
La Copa de Europa conseguida por el club en 1992
La década de los años 1990 fue la mejor década de la historia del Fútbol Club Barcelona. Fueron diez años de éxitos para el club en todos los órdenes, tanto en el terreno futbolístico como en las secciones deportivas. El equipo de fútbol, entrenado por Johan Cruyff, y con figuras como Koeman, Guardiola, Stoichkov, Romário, Laudrup, Zubizarreta o Bakero ganó cuatro Ligas consecutivas entre 1991 y 1994, y el 20 de mayo de 1992 conquistó el título más preciado del club: la Copa de Europa, en el mítico estadio de Wembley, ante el Sampdoria italiano. Durante estos años, el equipo desempeñó un gran juego y fue conocido popularmente con el nombre de 'Dream Team', imitando la terminología que se usó con el equipo de baloncesto de los EEUU en los JJOO de 1992. Tras la derrota en la final de la Copa de Europa de 1994 frente al Milan por 4-0 en Atenas, se dio por cerrada la era del 'Dream Team' y la situación deportiva del equipo se deterioró hasta el punto de una profunda división social entre partidarios del entrenador, Johan Cruyff y partidarios del presidente, Josep Lluís Núñez. La traumática despedida de Cruyff creó una gran crisis social en el club, que no desaparecerió pese a los títulos conseguidos por Bobby Robson y Louis van Gaal, y acabó desembocando en la dimisión de Josep Lluís Núñez en el año 2000. Los años 1990 fueron también una gran década para las secciones deportivas. El equipo de baloncesto se consolidó en la élite del baloncesto español y europeo, pese a que no consiguió ganar la Copa de Europa, cuya final disputó en cuatro ocasiones en esta década. El equipo de balonmano se convirtió en el mejor equipo de balonmano del mundo: ganó todos los títulos, entre los que destacan seis Copas de Europa.
Los años 2000 pueden dividirse claramente en dos etapas. Tras la dimisión de Núñez en el año 2000, fue elegido presidente Joan Gaspart. Sus tres años como presidente se saldaron sin títulos futbolísticos pese a la inversión de 180 millones de euros que se hizo en fichajes. Los únicos éxitos deportivos los aportaron las secciones, especialmente el equipo de baloncesto que en el 2003 consiguió ganar la Euroliga. Tras la dimisión de Gaspart llegó a la presidencia Joan Laporta, que afrontó una profunda renovación deportiva, económica y social. Se fichó a jugadores como Ronaldinho, Eto'o, Rafael Márquez y Deco y el equipo, entrenado por Frank Rijkaard, consiguió ganar dos ligas españolas consecutivas y la segunda Liga de Campeones, y la masa social del club superó por primera vez en la historia la cifra de los 140.000 socios (actualmente hay más de 160.000).
Presidentes del Futbol Club Barcelona
El actual presidente del FC Barcelona es Joan Laporta, un abogado catalán que fue reelegido en su cargo el 22 de agosto de 2006 sin necesidad de acudir a las urnas ya que fue el único de los cuatro precandidatos que superó con creces las 1.804 firmas de socios que son necesarias para aspirar a la presidencia del club. Laporta iniciaba así su segundo mandato que finalizará en el 2010.
El 20 de julio de 2006, el juez Roberto García Ceniceros dictó una sentencia en la que se obligaba a la directiva actual a convocar elecciones de manera inmediata, según reclamaba el socio de la entidad Joan March Torné, ya que así lo recogían los estatutos del club. Joan Laporta interpretó que las elecciones debían celebrarse en el 2007 al cumplirse, según él, los 4 años de mandato. El error de un año de diferencia provenía en que la actual directiva inició su primer mandato el 22 de junio de 2003, fecha que suponía iniciar el mandato antes de producirse el cierre del ejercicio económico de la temporada 2002-03, por lo que el socio demandante apuntaba que la junta de Laporta debió cesar el 30 de junio de 2006, ya que los ocho días previos al cierre debieron contarse como un año de mandato.
El FC Barcelona ha tenido 38 presidentes y 3 comisiones gestoras a lo largo de su historia. El fundador del club, el suizo Hans Gamper, no fue, paradójicamente, el primer presidente: lo fue el inglés Walter Wild ya que era la persona de mayor edad de las once que participaron en la asamblea fundacional del club. Gamper, sin embargo, fue posteriormente presidente hasta en cinco etapas diferentes del club. El presidente más longevo de la historia del club fue Josep Lluís Núñez, que ostentó el cargo durante 22 años, entre 1978 y 2000.
La presidencia del FC Barcelona es escogida por sus socios, mediante elecciones por sufragio universal, celebradas cada cuatro temporadas, en la que tienen derecho a elegir y a ser elegidos todos los socios y socias del club mayores de 18 años, con un año de antigüedad como socios del club.
El presidente escoge a los miembros de su Junta Directiva, que son ratificados por una asamblea de "socios compromisarios": 300 socios mayores de 18 años elegidos por sorteo y que, durante un período de dos años, participan en las asambleas anuales de socios, con voz y voto, en representación de todos los socios del club.
Himno
El himno oficial del FC Barcelona, denominado oficialmente Cant del Barça (en castellano, Canto del Barça) fue creado y estrenado en 1974, con motivo de los actos de celebración del 75 aniversario del club. La letra fue escrita por Jaume Picas y Josep María Espinàs, y la música fue compuesta por Manuel Valls. Está íntegramente escrito en lengua catalana, y en la versión oficial está interpretada por la Coral Sant Jordi.
En los últimos años ha sido interpretado por reconocidos cantantes como Joan Manuel Serrat, con motivo de diferentes actos como la conmemoración del centenario del club. Además, la directiva presidida por Joan Laporta ha incentivado que variados intérpretes y conjuntos musicales lo interpretaran en el estadio del Camp Nou, en los prolegómenos de los partidos de fútbol, versionándolo y adaptándolo a los más variados estilos musicales: pop, rock, rap, samba, rumba, entre otros.
Uno de los detalles que caracterizan al himno es la referencia al carácter abierto e integrador del club, que no diferencia la procedencia geográfica de los seguidores; como dice una de las estrofas, "tanto da de dónde venimos, si del sur o del norte, una bandera nos hermana".
interpretación del himno por Beth
interpretación de Gisela
Escudo
El escudo del Futbol Club Barcelona tiene forma de "olla", dentro de la cual se encuentran la cruz de Sant Jordi, la bandera de Cataluña, un balón, los colores y las iniciales del club.
Existen dos versiones sobre los orígenes del escudo del club. La primera versión cuenta que en el año 1900, un año después de la fundación del club, hubo una reunión para decidir el escudo (hasta entonces, el Barcelona había utilizado el escudo de la ciudad). Parece ser que no había acuerdo sobre la forma y el contenido del escudo y en un momento de la reunión el secretario, Luis d´Ossó, visiblemente enfadado, exclamó «esto es una olla», lo que dio la idea a Hans Gamper para proponer el escudo con forma de "olla".
La otra versión afirma que Gamper, de origen suizo, se basó en algunos escudos de equipos de su país para proponer la famosa "olla".
Colores
Los colores distintivos del FC Barcelona son el azul y el granate. Existen diversas teorías sobre las causas que llevaron a los fundadores del club a escoger estos colores.
La versión más extendida señala que fue el propio Hans Gamper, fundador del club, quien decidió los colores. De hecho, está comprobado que en el primer partido de fútbol que Gamper disputó en la ciudad de Barcelona antes de la fundación del club, ya vistió estos colores. Siempre se ha afirmado que Gamper escogió estos colores por ser los que identificaban al FC Basilea, equipo suizo en el que se cree que Gamper había jugado antes de llegar a Barcelona. También se especula con la posibilidad que Gamper escogiera estos colores por ser los del escudo del cantón suizo de Tesino, aunque la única relación de Gamper con ese cantón era que allí residía su hermana Rosa.
Otra versión indica que los colores fueron propuestos por Otto Maier, uno de los fundadores del club, en honor a los colores del escudo de la población alemana de Heidenheim, su localidad natal.El primer equipaje del equipo, en la temporada 2006-2007 es de camiseta azul marino y grana, formada por cuatro franjas verticales (dos de cada color) y pantalón azul marino. Las medias son azules con ribetes granas. De la combinación de los colores azul y grana proviene el sobrenombre de "azulgrana" con que se conoce a los jugadores y aficionados del club. El pantalón grana de la temporada pasada supuso toda una novedad en la historia del club azulgrana, ya que nunca lo había vestido de este color. Históricamente los pantalones habían sido azul marino e incluso, en los años veinte, de color blanco y, posteriormente, negro. El cambio de color se debió a motivos comerciales.
Uniforme
El segundo equipaje, en la temporada 2006-2007, se compone de camiseta y pantalones color naranja, en homenaje al segundo equipaje con el que se ganó la primera Copa de Europa del club. Las medias son también naranjas. El FC Barcelona ha cambiado los colores de su segundo equipaje en diversas ocasiones. La segunda camiseta ha sido, a lo largo de la historia, de color blanco, amarillo, azul claro, rojo, naranja, verde, gris, azul marino, marrón claro (beige o "color chino"), y amarillo fosforito.
Curiosidades
El primer equipo de fútbol del FC Barcelona era uno de los pocos equipos que no llevaban publicidad en el espacio central de la camiseta, hasta el acuerdo en el año 2006 con Unicef. Esta forma de patrocinio es insólita en el fútbol profesional, puesto que no percibe ningún tipo de beneficio económico a cambio (sí una imagen) de lucir el logotipo, todo lo contrario, destina un millón y medio de euros anuales a proyectos promovidos y organizados por Unicef. Sí recibe cuantiosos ingresos por lucir los logotipos de Nike en la camiseta y pantalón, y el logotipo de TV3 en una de las mangas de la camiseta. En la temporada 2003-2004, el primer equipo de fútbol, llevó la publicidad del Fòrum de les cultures, que se celebró en 2004 en Barcelona, en una manga de la camiseta. Los equipos de baloncesto, balonmano y hockey sobre patines sí lucen publicidad en el espacio central de sus camisetas.
Datos del club
Socios: 156000 Asistencia media: 65150 Temporadas en 1ª: 76 Temporadas en 2ª: 0 Temporadas en 2ªB: 0 Temporadas en 3ª: 0
Estadio
El estadio del FC Barcelona es el Camp Nou, propiedad del propio club. Inaugurado en 1957, tiene una capacidad de 98.787 espectadores, todos sentados. Es uno de los cuatro estadios de España catalogado como "Estadio Cinco Estrellas" por la UEFA, lo que lo habilita para acoger finales de la Liga de Campeones, Supercopa de Europa y Copa de la UEFA, como ha sucedido en 15 ocasiones. Se encuentra en el barrio de Les Corts de Barcelona, junto a otras instalaciones del club, como el Mini Estadi (estadio del Barcelona B) y el Palau Blaugrana, cancha del equipo de baloncesto. En las instalaciones del Camp Nou se encuentra el Museo del FC Barcelona, el museo más visitado de Cataluña.
Con anterioridad al Camp Nou, el FC Barcelona tuvo dos estadios. Entre 1909 y 1922 jugaba en un campo de la calle Industria de Barcelona, vulgarmente llamado "La Escopidora". Entre 1922 y 1957 disputó sus partidos en el Campo de Les Corts, inaugurado para acoger a 30.000 espectadores, y que llegó a tener una capacidad de 60.000 personas. Una de las versiones acerca de la etimología de la palabra "culés" procede de este estadio, pues las gradas permitían ver desde fuera del recinto las posaderas de los aficionados.
Nou Camp Nou expensas de los permisos urbanísticos municipales, está prevista la remodelación del estadio que se iniciará en el último tercio de 2008 y se prevé su finalización para el año 2012. El arquitecto asignado ha sido el británico Norman Foster, quien resultó vencedor tras un concurso en el que sólo diez proyectos llegaron a ser finalistas. Sir Norman Foster dijo haberse inspirado en Gaudí para crear la nueva piel que envolverá al estadio. La Presidencia del FC Barcelona y el Colegio de Arquitectos de Cataluña fueron el jurado que encargado de escoger el proyecto vencedor. La remodelación se bas en poner al día un estadio que acaba de cumplir 50 años y se creará una cubierta para proteger a los espectadores de las inclemencias metereológicas. Los requisitos fundamentales eran: ocasionar las mínimas molestias a los socios, que la remodelación fuera compatible con la competición deportiva y que se ciñera a un presupuesto determinado. Así como la creación de un diseño atractivo, moderno y funcional.
Fútbol
El fútbol, motivo de la fundación del club, sigue siendo el deporte principal del FC Barcelona, y la actividad que acapara más del 75 por ciento del presupuesto del club.
El primer equipo de fútbol juega en la Primera División de España; en la temporada 2006/07, el equipo finalizó subcampeón. En la máxima competición europea, la Liga de Campeones de la UEFA ha conseguido imponerse en dos ocasiones, en los años 1992 y 2006.
El FC Barcelona ostenta el récord de ser el único equipo de fútbol europeo que ha participado de forma ininterrumpida en las competiciones continentales desde su creación en 1955. También es el equipo con más títulos en la extinta Recopa de Europa (4 títulos), y el que posee más triunfos en la Copa de España en sus distintas denominaciones (24 títulos).
El club cuenta con una importante cantera de jugadores, desde la categoría de alevines. El filial del primer equipo de fútbol es el Barcelona B, que milita en la Tercera División de España.
El FC Barcelona organiza, desde 1966, un torneo de fútbol amistoso anual, el Trofeo Joan Gamper, que se disputa habitualmente en el mes de agosto.
Jugadores Futbolistas del Barça, en la temporada 2005-2006, con el segundo uniformeArtículo principal: Futbolistas del Futbol Club BarcelonaCategoría principal: Futbolistas FC BarcelonaMás de 1.000 futbolistas han vestido la camiseta del primer equipo del Futbol Club Barcelona a lo largo de sus 107 años de historia.
Los jugadores de origen extranjero (aunque algunos, nacionalizados españoles) han tenido siempre un gran peso en la historia del club, y han marcado las épocas más brillantes del conjunto catalán. Fundado por un grupo de extranjeros afincados en Barcelona, inicialmente el equipo estuvo formado por jugadores de origen mayoritariamente inglés, suizo y alemán. La mayoría de historiadores consideran que el húngaro Ladislao Kubala fue, en los años 1950, la primera gran figura de talla internacional que militó en el conjunto barcelonista. Pero fue a partir de los años 70, cuando el fútbol español regularizó la participación de jugadores extranjeros, cuando el club empezó a fichar a grandes figuras internacionales. El FC Barcelona ha contado desde entonces con diversos jugadores que, militando en el club azulgrana, han conquistado los más prestigiosos trofeos individuales del fútbol mundial.
Cuatro jugadores del club fueron galardonados con el premio del Jugador Mundial de la FIFA que los acreditaba como los mejores futbolistas del mundo (Romário, Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho), y cinco fueron premiados con el Balón de Oro que los acreditaba como los mejores jugadores del fútbol europeo (Luis Suárez, Johan Cruyff, Hristo Stoitchkov, Rivaldo y Ronaldinho). Además, el FC Barcelona ha contado con jugadores poseedores de otras grandes distinciones internacionales: Allan Simonsen, Hansi Krankl, Diego Armando Maradona, Gary Lineker, Michael Laudrup, Luís Figo y Samuel Eto'o son algunos ejemplos.
El FC Barcelona ha sido históricamente, junto al Real Madrid, el club que ha contado con los mejores futbolistas de España, y uno de los conjuntos que más ha contribuido a nutrir a la Selección de fútbol de España. El jugador del FC Barcelona que más partidos ha jugado con la selección es el guardameta Andoni Zubizarreta que, con 126 partidos, es además el jugador español que ha participado en más partidos de la selección. Luis Enrique y Nadal son, con 62 encuentros cada uno, los otros dos jugadores barcelonistas con más entorchados internacionales.
Los jugadores que más partidos oficiales han jugado en el FC Barcelona son Migueli (670), Carles Rexach (665), y Guillermo Amor (564). Los que más títulos oficiales han ganado son Guillermo Amor (19), José Ramón Alexanko (17), Albert Ferrer (17), y Josep Guardiola (16). Y los jugadores que más goles han marcado son Paulino Alcántara (374), Josep Samitier (319), y César Rodríguez (301).
martes, 25 de diciembre de 2007
sábado, 22 de diciembre de 2007
El Heavy Metal en España
El Heavy Metal tiene sus orígenes en la década de los 80 y 90.
En España destacan numerosos grupos que aunque no hayan alcanzado un reconocimiento internacional muy elevado, han sabido encontrar un espacio amplio en el ámbito nacional.
Desde los inicios de este género fueron pioneros grupos tales como Barón Rojo o Ángeles del Infierno que hasta ahora han sido grandes bandas de heavy metal en nuestro país.
A lo largo de los años han ido a pareciendo otras bandas como Mago de Öz que marcaron una nueva tendencia dentro del género, el llamado New Wave Of Spanish Heavy Metal, mezclando elementos folclóricos y celtas. Sin embargo, en los últimos años se ha discutido sobre la pertenencia o no de este grupo en el género metalero debido a que en sus últimos trabajos se ha visto una mayor inclinación a los sonidos más comerciales.
Es importante también mencionar a otras bandas como Tierra Santa con un contenido más bíblico e histórico en sus letras, Saratoga o los segovianos Lujuria.
Estos son sólo algunos ejemplos de bandas de heavy metal, pero la escena de este género en nuestro país es muy amplia y cuenta también con un númeroso público seguidor de esta tendencia.
Mago de Öz-La Rosa de los Vientos
Tierra Santa-Juana de Arco
viernes, 21 de diciembre de 2007
Deportes en ALEMANIA
La BUNDESLIGA
La Fussball Bundesliga es la competición entre los equipos de fútbol de la máxima categoría de Alemania. Junto con la Zweite Bundesliga o 2. Bundesliga, forman las dos divisiones nacionales del fútbol alemán.
Los equipos de esta categoría se enfrentan todos contra todos siguiendo un calendario establecido por sorteo. El ganador de cada partido tiene tres puntos, el empate otorga un punto y la derrota, cero puntos. El que logre más puntos al final de la temporada, será el ganador de la liga. Anteriormente, el ganador de cada partido sólo tenía dos puntos.
El campeón tiene derecho a disputar la siguiente edición de la Liga de Campeones de Europa, al igual que el segundo clasificado. El tercer lugar también clasifica a la competición, con la condición de pasar una ronda previa antes de ir a la ronda final. El cuarto y quinto lugar disputarán la Copa de la UEFA, y el sexto clasificado, la Intertoto. A este último certamen también pueden solicitar invitaciones para jugar el torneo. Si el campeón de copa se clasifica para la Liga de Campeones, el finalista jugará la Copa UEFA, dependiendo de la posición que ocupe en la liga.
Los tres últimos de la clasificación descienden automáticamente a la 2. Bundesliga (segunda división), intercambiándose con los tres primeros clasificados de ésta.
Temporada Campeón
1963/64 1. FC Köln
1964/65 SV Werder Bremen
1965/66 TSV 1860 München
1966/67 Eintracht Braunschweig
1967/68 1. FC Nürnberg
1968/69 FC Bayern München
1969/70 Borussia Mönchengladbach
1970/71 Borussia Mönchengladbach
1971/72 FC Bayern München
1972/73 FC Bayern München
1973/74 FC Bayern München
1974/75 Borussia Mönchengladbach
1975/76 Borussia Mönchengladbach
1976/77 Borussia Mönchengladbach
1977/78 1.FC Köln
1978/79 Hamburger SV
1979/80 FC Bayern München
1980/81 FC Bayern München
1981/82 Hamburger SV
1982/83 Hamburger SV
1983/84 VfB Stuttgart
1984/85 FC Bayern München
1985/86 FC Bayern München
1986/87 FC Bayern München
1987/88 SV Werder Bremen
1988/89 FC Bayern München
1989/90 FC Bayern München
1990/91 1. FC Kaiserslautern
1991/92 VfB Stuttgart
1992/93 SV Werder Bremen
1993/94 FC Bayern München
1994/95 Borussia Dortmund
1995/96 Borussia Dortmund
1996/97 FC Bayern München
1997/98 1. FC Kaiserslautern
1998/99 FC Bayern München
1999/00 FC Bayern München
2000/01 FC Bayern München
2001/02 Borussia Dortmund
2002/03 FC Bayern München
2003/04 SV Werder Bremen
2004/05 FC Bayern München
2005/06 FC Bayern München
2006/07 VfB Stuttgart
Equipos por número de títulos [editar]
Rango Equipo Campeonatos Estrellas de campeón
1 FC Bayern München 19 3
2 Borussia Mönchengladbach 5 2
3 SV Werder Bremen 4 1
4 Borussia Dortmund 3 1
Hamburger SV 3 1
VfB Stuttgart 3 1
7 1. FC Kaiserslautern 2 –
1. FC Köln 2 –
9 Eintracht Braunschweig 1 –
TSV 1860 München 1 –
1. FC Nürnberg 1 –
http://es.wikipedia.org/wiki/1._Bundesliga
Cine en Alemania: El hundimiento
En los premios oscar del 2005 fue candidata una regular película alemana llamada El hundimiento, lo más destacable de esta obra es su protagonista Bruno Ganz (El mensajero del miedo) cuya interpretación consigue transmitir un sobrecogedor retrato de Adolf Hitler.
La historia se centra en los últimos días de Hitler. Berlín, abril de 1945. Una nación está a punto de sufrir su hundimiento. Una encarnizada batalla se libra en las calles de la capital. Hitler (Bruno Ganz) y su círculo de confianza se han atrincherado en el búnker del Führer. Entre ellos se encuentra Traudl Junge (Alexandra Maria Lara), secretaria personal de Hitler. En el exterior, la situación se recrudece. A pesar de que Berlín ya no puede resistir más, el Führer se niega a abandonar la ciudad. Mientras el sangriento peso de la guerra cae sobre sus últimos defensores, Hitler prepara su despedida final. Ho-ras antes de suicidarse juntos, él y Eva Braun (Juliane Köhler) con-traen matrimonio. Sus cadáveres deben ser incinerados para que no caigan en manos del enemigo. Muchos otros optan por el suicidio. Cuando la situación se hace insostenible, Magda Goebbels (Corinna Harfouch) envenena a sus seis hijos y seguidamente su esposo y ella se quitan la vida. Poco después, Traudl Junge y otros supervivientes consiguen escapar en el último momento...
Quizá el mayor error de este film es su mediocre dirección, bien situada históricamente y con unas notables interpretaciones se nota una cierta perdida de control por parte del realizador Oliver Hirstbiegel. La película promete más de lo que finalmente da y más en su año de estreno que tuvo que competir con dos grandes realizaciones europeas Mar Adentro y Los chicos del coro.
ENLACES: EL HUNDIMIENTO
jueves, 20 de diciembre de 2007
Música clásica en Alemania
El clasicismo musical comienza aproximadamente en 1750 (muerte de J. S. Bach) y termina en 1820 aproximadamente. La música clásica propiamente dicha coincide con la época llamada clasicismo, que en otras artes se trató del redescubrimiento y copia de los clásicos del arte greco romano, que era considerado tradicional o ideal. En la música no existió un clasicismo original, ya que no había quedado escrita ninguna música de la época griega o romana. La música del clasicismo evoluciona hacia una música extremadamente equilibrada entre armonía y melodía.
Nos centraremos en dos compositores alemanes de especial importancia en este ámbito.
Carl Philipp Emanuel Bach
Nació en Weimar el 8 de marzo de 1714 y murió en Hamburgo el 14 de diciembre de 1788.
Está considerado uno de los fundadores del estilo clásico y uno de los compositores más importantes del periodo galante, aparte de ser el último gran maestro de clave hasta el siglo XX.
Obras
Las obras de Bach se encuentran con dos referencias diferentes, Wq. y H., que se refieren a dos catálogos distintos:
Legado y estilo musical
La obra de Bach se sitúa entre el barroco y el clasicismo, como principal representante del Empfindsamkeit, movimiento musical análogo al Sturm und Drang literario, que presenta los primeros elementos del Romanticismo. Destaca sobre todo por haber contribuido al desarrollo de la sonata en sentido moderno, siendo precursor en este punto de la obra de Haydn, Mozart y Beethoven.
Bach dijo que en la composición y en la interpretación pianística no he tenido nunca otro profesor que mi padre (Johann Sebastián Bach); sin duda, en el hogar paterno encontró lo que otros músicos contemporáneos tuvieron que buscar afanosamente y a costa de grandes viajes y gastos.
Su obra está llena de invención, es sincera en su pensamiento y de un feliz fraseo; no obstante, resulta un poco limitada en cuanto a su expresión emocional. Probablemente sea el primer compositor eminente que usó libremente el color armónico, valorándolo por sí mismo, desde los tiempos de Orlando di Lasso, Monteverdi, y Gesualdo. Representa un pionero de la obra de la Primera Escuela de Viena, de estilo clásico.
En la segunda mitad del siglo XVIII, Bach tuvo una gran reputación. Wolfgang Amadeus Mozart, que tuvo una estrecha relación con su hermano Johann Christian Bach, dijo de Carl Philipp: "Él es el padre, nosotros somos los niños." Estudiar su obra proporcionó la mejor parte de la formación de Haydn. Tanto Haydn como Mozart adoptaron elementos de su lenguaje en sus obras instrumentales. Beethoven expresó la más cordial admiración y respeto por su genio. Esta alta consideración se debe, sobre todo, a sus sonatas para clave, que marcaron un hito en la evolución de esta forma musical. El estilo es lúcido, su expresión delicada y tierna. Destacan por su libertad y la variedad de su diseño estructural; sus composiciones para teclado están llenas de extraños contrastes, rompiendo con el rígido esquema que habían impuesto los compositores de la escuela italiana. Con ello favoreció la llegada de los grandes maestros vieneses, que llevaron la sonata a un desarrollo casi infinito.
Su nombre cayó en cierto olvido en el siglo XIX. Robert Schumann consideró que "como músico creador quedaba muy lejos de su padre "; por el contrario, Johannes Brahms le tuvo en gran estima y editó algunas de sus obras.
Ya en el siglo XX, los estudiantes interpretan con frecuencia su Sonaten für Kenner und Liebhaber, sus oratorios Die Israeliten in der Wüste y Die Auferstehung und Himmelfahrt Jesu, así como varios conciertos para clavicordio como el Concierto en Sol mayor ( (Wq. 3) y en Re mayor (Wq. 11).
El Concierto para flauta en re menor (Wq. 22), forma parte del repertorio habitual de los flautistas de todo el mundo, sobre todo debido a su incomparable movimiento inicial. Ha sido grabado por Jean Pierre Rampal con Pierre Boulez de director de orquesta (Harmonia Mundi, HMP 390545).
Igualmente se interpreta el Cuarteto en la menor para flauta, viola, chelo y orquesta, nº 1, H. 537 (Wq. 93) o Siciliano. Ha sido grabado por Christopher Hogwood como director y al clave, para L'Oyseau Lyre.
Ludwig van Beethoven
Nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770 y murió en Viena el 26 de marzo de 1827.
Se le considera como el principal precursor de la transición del clasicismo al romanticismo. Su producción incluye los géneros pianístico (32 sonatas), de cámara (16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano), vocal (lieder y una ópera: Fidelio) y orquestal (5 conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, oberturas...) Parte única de su repertorio lo constituye el genial ciclo de las Nueve Sinfonías, entre ellas: Tercera Sinfonía, también llamada Heroica, en mi bemol mayor, Quinta Sinfonía en do menor, y la Novena Sinfonía, en re menor, cuya música del cuarto movimiento, basado en la Oda a la Alegría de Friedrich von Schiller, ha sido elegida como Himno de la Unión Europea.
Obra
En su trayectoria musical, Beethoven dejó para la posteridad un importante legado: nueve sinfonías, una ópera, dos misas, tres cantatas, treinta y dos sonatas para piano, cinco conciertos para piano, un concierto para violín, un triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, dieciséis cuartetos de cuerda, una gran fuga para cuarteto de cuerdas, diez sonatas para violín y piano, cinco sonatas para violonchelo y piano e innumerables oberturas, obras de cámara, series de variaciones, arreglos de canciones populares y bagatelas para piano.
Sinfonías
Beethoven proyectó siempre la composición de sinfonías en pareja.
Conciertos
Cada concierto de Beethoven es distinto, y en ello radica gran parte de su encanto y atractivo para los intérpretes y público. Beethoven desarrolla una escritura pianística de gran virtuosismo. Quizá el más famoso sea el Concierto para piano no. 5 “Emperador”, de 1809, en donde el virtuosismo y el sinfonismo se combinan a la perfección. Es una composición épica que tiene un originalísimo arranque e impresionantes cadencias. El origen del sobrenombre del Concierto Nº 5 (Emperador) se debe a que durante una de sus interpretaciones más tempranas, un soldado francés que se encontraba en el público, maravillado por el virtuosismo del concierto, se habría levantado gritando "es el emperador", en alusión a Napoleón.
El Primer y Segundo Conciertos para piano destacan por su concepción alegre, mientras que el Concierto para piano Nº 3, de 1801, de tono serio, es de una amplitud y calidad incomparables. Por su parte, el Concierto para piano nº 4 , Op. 58, de 1808, apuesta por la profundidad lírica y ha sido considerado, por Emil Ludwig, como el "mejor concierto para solo instrumento jamás compuesto". En cuanto a los conciertos en los que participan más instrumentos, hay que señalar el Concierto para violín y el Triple Concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, en donde Beethoven sustituye el sinfonismo por un entretenimiento muy del gusto de la época, dado a resonancias algo exóticas: Rondó alla polacca es su rítmico tercer movimiento.
Beethoven también compuso una Fantasía para piano, orquesta y coro, Op. 80, que se trata sin duda de una de las obras más asombrosas del repertorio de la música clásica, siendo una triple fantasía: comienza el piano solo, se le une la orquesta y, cerca del final, hace su entrada el coro.
El único Concierto para violín, Op. 61 fue en su tiempo una obra controvertida que atrajo poca atención en su estreno, con el violinista Franz Clement en la parte solista. Fue solo en 1850, de la mano del violinista Joseph Joachim, amigo de Brahms, que el Concierto alcanzó notoriedad. La explicación de esta demora en imponerse es lo complejo de su interpretación, que hizo que pocos violinistas se atreviesen a tocarlo por años, argumentando que la participación del violín a la par con la orquesta les restaba protagonismo, lo que se unía a la fuerte exigencia de Beethoven. Hoy por hoy es una de las obras cumbre del repertorio violinístico, consideradas como los hitos que señalan la madurez que requiere un violinista para hacer carrera internacional. Dentro de esta categoría de obras para violín y orquesta deben incluirse además dos breves Romanzas para violín y orquesta.
Sus 32 sonatas conforman el ciclo más extenso, complejo y difícil de la historia del pianismo universal. En ellas se manifiesta la personalidad revolucionaria y de transición de Beethoven, y el compositor se sitúa como el más destacado de la forma sonata del periodo comprendido entre Clasicismo y Romanticismo. Fiel a la forma sonata, el gran maestro se permite más de una innovación: sonata de dos (Op. 111), cuatro (Op. 109) o cinco movimientos, temas con variaciones, fugas, scherzos, etc.
Estas sonatas presentan nuevas sonoridades, audaces experimentos, y queda encerrado el mundo interior del compositor y también el recién llegado lenguaje expresivo de la revolución romántica. En la temprana Patética, en la tempestuosa Appassionata, en la brusca y laberíntica Hammerklavier, en las últimas sonatas Op. 110 y 111, el compositor llega a las fronteras de la exposición pianística, que serán alcanzadas en el op.120. Beethoven fue uno de los compositores que más exigió a los constructores de piano a mejorar la sonoridad y resistencia de los pianofortes decimonónicos.
El inadecuado entrenamiento que tuvo Beethoven en sus primeros años de estudios musicales se refleja en las tres sonatas para piano escritas en 1783. El piano súbito, los repentinos arranques, las figuras de arpegios conocidas como los "cohetes de Mannheim", son características de la personalidad musical y sentimental de Beethoven. Él es el primero en usar el acorde de novena sin preparar, y que se puede observar en el primer movimiento de su sonata op. 27 N° 2 "Claro de Luna", dedicada a otro de los grandes amores de su vida, la Condesa Giulietta Guicciardi.
Las sonatas para piano de Beethoven transportaron la música a un nuevo orden. En las del op. 2, se advierte un aliento y un dominio estructural que rompían con la elegancia dieciochesca. Después de 1800, Beethoven empezó a desarrollar el género con proyecciones románticas. La Sonata op. 22, en Si bemol mayor, es la última sonata del primer período de composición, la cual Beethoven declaró como su sonata preferida. La op. 26 en La bemol, Hammerklavier se abre con un tema lento con variaciones, sigue con un scherzo temerario y vertiginoso, una marcha fúnebre "a la muerte de un héroe" y concluye en un final que es un torbellino. A ésta le siguieron las dos sonatas Quasi una fantasía op. 27 que formalmente son cualquier cosa, menos convencionales. Los siguientes hitos de su composición pianística coincidieron con la gran crisis que le produjo el agravamiento de su sordera. La brillante Waldstein y la arrolladora Appasionata fueron de concepción tan revolucionaria, que hasta el propio Beethoven se abstuvo de escribir para piano solo durante algunos años. Pero la cima de su pianismo son las cuatro últimas de las treinta y dos sonatas, desde la Op. 106, Hammerklavier , que es frecuentemente referida como "sinfónica", por sus cuatro movimientos y , hasta la op. 111 en Do menor, la tonalidad de la que se valía para su música "Sturm und Drang", como por ejemplo, su Quinta Sinfonía. Las sonatas exigían un virtuosismo pianístico sin precedentes hasta entonces y eran prácticamente intocables en la época. Liszt fue quien demostró que era "tocable".
Sonatas para piano y violín
Destacan también las diez sonatas para violín y piano, en especial la Nº 9, Kreutzer, Op. 47, conocida por las exigencias que presenta para la parte del violín. Está dedicada a Rodolphe Kreutzer, conocido violinista de la época. Así mismo, la sonata Nº 5, conocida como Frühling (Primavera) y la Nº 10 gozan de gran popularidad.
Ópera y música vocal
El genio de Beethoven se centró sobre todo en la música orquestal, compaginándola con la música de cámara y para piano. También intentó desarrollar obras vocales, aunque con suerte muy diversa. Por ejemplo, su única ópera escrita, “Fidelio”, revisada desde 1805 hasta 1814, fue un fracaso el día de su estreno. El genial músico tuvo que esperar hasta la primavera de 1814 para ser aclamado entusiásticamente por un público enfervorizado. La nueva versión representaba para el público más que la recreación de los principios del Iluminismo, como fue su primer objetivo en 1805, la celebración de las victorias sobre Napoleón y como una alegoría de la liberación de Europa.
Lo cierto es que Beethoven no mostraría particular interés en escribir óperas. Un proyecto largamente conversado con Goethe para transformar en ópera el Fausto no llegaría jamás a concretarse por razones desconocidas hasta hoy. Sin embargo, algunos autores, basados principalmente en anotaciones del propio Beethoven, han descrito algunas de sus sinfonías como "óperas encubiertas"; tal carácter ha sido asignado tanto a la "Sexta Sinfonía" como a la "Tercera Sinfonía".
La celebrada Missa solemnis, escrita en 1818, su segunda obra para la iglesia católica, es un canto de fe a Dios y a la naturaleza del hombre. Es una de sus obras más famosas, compuesta por encargo de su alumno, el archiduque Rodolfo, nombrado en esa época arzobispo de Olomouc.
La Missa solemnis provocó no pocos problemas a Beethoven. La obra fue estrenada parcialmente junto con la Novena sinfonía. La versión definitiva sólo sería conocida por completo después de su muerte.
Otras obras corales de Beethoven son la Fantasía para piano, coro y orquesta (Op. 80), la Misa en Do mayor, Latina, (Op. 86), así como numerosos lieder, arias, coros y cánones, un ciclo de melodías, una cantata y el oratorio Cristo en el monte de los Olivos, en 1803, así como el famoso Presto de la Novena sinfonía.
Cuartetos de cuerda
Hablar del ciclo de los 17 cuartetos de cuerda beethovenianos, es hablar posiblemente del ciclo camerístico más trascendente de la historia musical. Hay algunos críticos musicales que incluso opinan que este género desarrollado por Beethoven es más representativo que el de las sonatas para piano y el de las sinfonías. Ciertamente, Beethoven murió componiendo cuartetos.
En los cuartetos hallamos, una vez más, el desarrollo de Beethoven a través de sus "tres estilos": los primeros cuartetos, fieles a Haydn, el segundo período dominado por los llamados "Cuartetos Rusos", compuestos por encargo del aristócrata Razumovski; pero los más significativos son los seis finales, compuestos entre 1824 y 1827, es decir, correspondientes a la última etapa, la algunas veces llamada "esotérica". La importancia del género en Beethoven rebasa los límites del Romanticismo, al grado de que sus últimas obras son una genial anticipación estilística y técnica que habrá de influir en Dmitri Shostakovich, Bela Bartók y en la Segunda Escuela de Viena de inicios del siglo XX; los cuartetos nos muestran al Beethoven más profundo y original. Es obligado un estudio a fondo de dicho ciclo para comprender al Beethoven más revolucionario.
Nos centraremos en dos compositores alemanes de especial importancia en este ámbito.
Carl Philipp Emanuel Bach
Nació en Weimar el 8 de marzo de 1714 y murió en Hamburgo el 14 de diciembre de 1788.
Está considerado uno de los fundadores del estilo clásico y uno de los compositores más importantes del periodo galante, aparte de ser el último gran maestro de clave hasta el siglo XX.
Obras
Las obras de Bach se encuentran con dos referencias diferentes, Wq. y H., que se refieren a dos catálogos distintos:
- Wq. (a veces, W.) es abreviatura de Wotquenne, índice elaborado por Alfred Wotquenne. Es el catálogo más antiguo (1905).
- H. es el catálogo realizado por E. Eugen Helm, más completo y actualizado, presentado en Thematic Catalogue of the Works of C.P.E. Bach (New Haven: Yale University Press, 1989).
Bach compuso veintidós Pasiones, dos oratorios, diecinueve sinfonías, quince conciertos, unas doscientas obras de cámara y diversas piezas para teclado, canciones e himnos. Podemos nombrar:
- Concierto para dos clavicordios en Fa, Wq. 46 (1740). Es uno de los cincuenta y dos conciertos para teclado que compuso a lo largo de toda su vida.
- Seis sonatas prusianas (Preussische Sonaten, 1742), dedicadas a Federico el Grande.
- Seis sonatas Wüttenberg (Württembergische Sonaten, 1744), dedicadas al gran duque de Würtemberg.
- Cinco Sinfonías de Berlín, H 649, 50, 53, 54 y 56. Compuestas entre 1755 y 1762, estando el autor en Potsdam.
- Una cantata de Pascua (1756).
- La serie Mit veränderten Reprisen (1760-1768) y für Kenner und Liebhaber. Obras de Berlín.
- Diez sonatinas para teclado y otros instrumentos, y dos más para dos teclados. Berlín, 1762- 1764.
- Fantasía para clavicémbalo y acompañamiento.
- Cuarteto en la menor para flauta, viola, chelo y clave, nº 1, H 537 (Wq 93), Siciliano (1788).
Legado y estilo musical
La obra de Bach se sitúa entre el barroco y el clasicismo, como principal representante del Empfindsamkeit, movimiento musical análogo al Sturm und Drang literario, que presenta los primeros elementos del Romanticismo. Destaca sobre todo por haber contribuido al desarrollo de la sonata en sentido moderno, siendo precursor en este punto de la obra de Haydn, Mozart y Beethoven.
Bach dijo que en la composición y en la interpretación pianística no he tenido nunca otro profesor que mi padre (Johann Sebastián Bach); sin duda, en el hogar paterno encontró lo que otros músicos contemporáneos tuvieron que buscar afanosamente y a costa de grandes viajes y gastos.
Su obra está llena de invención, es sincera en su pensamiento y de un feliz fraseo; no obstante, resulta un poco limitada en cuanto a su expresión emocional. Probablemente sea el primer compositor eminente que usó libremente el color armónico, valorándolo por sí mismo, desde los tiempos de Orlando di Lasso, Monteverdi, y Gesualdo. Representa un pionero de la obra de la Primera Escuela de Viena, de estilo clásico.
En la segunda mitad del siglo XVIII, Bach tuvo una gran reputación. Wolfgang Amadeus Mozart, que tuvo una estrecha relación con su hermano Johann Christian Bach, dijo de Carl Philipp: "Él es el padre, nosotros somos los niños." Estudiar su obra proporcionó la mejor parte de la formación de Haydn. Tanto Haydn como Mozart adoptaron elementos de su lenguaje en sus obras instrumentales. Beethoven expresó la más cordial admiración y respeto por su genio. Esta alta consideración se debe, sobre todo, a sus sonatas para clave, que marcaron un hito en la evolución de esta forma musical. El estilo es lúcido, su expresión delicada y tierna. Destacan por su libertad y la variedad de su diseño estructural; sus composiciones para teclado están llenas de extraños contrastes, rompiendo con el rígido esquema que habían impuesto los compositores de la escuela italiana. Con ello favoreció la llegada de los grandes maestros vieneses, que llevaron la sonata a un desarrollo casi infinito.
Su nombre cayó en cierto olvido en el siglo XIX. Robert Schumann consideró que "como músico creador quedaba muy lejos de su padre "; por el contrario, Johannes Brahms le tuvo en gran estima y editó algunas de sus obras.
Ya en el siglo XX, los estudiantes interpretan con frecuencia su Sonaten für Kenner und Liebhaber, sus oratorios Die Israeliten in der Wüste y Die Auferstehung und Himmelfahrt Jesu, así como varios conciertos para clavicordio como el Concierto en Sol mayor ( (Wq. 3) y en Re mayor (Wq. 11).
El Concierto para flauta en re menor (Wq. 22), forma parte del repertorio habitual de los flautistas de todo el mundo, sobre todo debido a su incomparable movimiento inicial. Ha sido grabado por Jean Pierre Rampal con Pierre Boulez de director de orquesta (Harmonia Mundi, HMP 390545).
Igualmente se interpreta el Cuarteto en la menor para flauta, viola, chelo y orquesta, nº 1, H. 537 (Wq. 93) o Siciliano. Ha sido grabado por Christopher Hogwood como director y al clave, para L'Oyseau Lyre.
Ludwig van Beethoven
Nació en Bonn el 16 de diciembre de 1770 y murió en Viena el 26 de marzo de 1827.
Se le considera como el principal precursor de la transición del clasicismo al romanticismo. Su producción incluye los géneros pianístico (32 sonatas), de cámara (16 cuartetos de cuerda, 7 tríos, 10 sonatas para violín y piano), vocal (lieder y una ópera: Fidelio) y orquestal (5 conciertos para piano y orquesta, uno para violín y orquesta, oberturas...) Parte única de su repertorio lo constituye el genial ciclo de las Nueve Sinfonías, entre ellas: Tercera Sinfonía, también llamada Heroica, en mi bemol mayor, Quinta Sinfonía en do menor, y la Novena Sinfonía, en re menor, cuya música del cuarto movimiento, basado en la Oda a la Alegría de Friedrich von Schiller, ha sido elegida como Himno de la Unión Europea.
Obra
En su trayectoria musical, Beethoven dejó para la posteridad un importante legado: nueve sinfonías, una ópera, dos misas, tres cantatas, treinta y dos sonatas para piano, cinco conciertos para piano, un concierto para violín, un triple concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, dieciséis cuartetos de cuerda, una gran fuga para cuarteto de cuerdas, diez sonatas para violín y piano, cinco sonatas para violonchelo y piano e innumerables oberturas, obras de cámara, series de variaciones, arreglos de canciones populares y bagatelas para piano.
Sinfonías
Beethoven proyectó siempre la composición de sinfonías en pareja.
- Primera y Segunda sinfonías
- Eroica (Tercera) y cuarta sinfonías
- Séptima y Octava sinfonías
- Novena sinfonía "Coral"
Oberturas
Las 10 oberturas de Beethoven son piezas cortas que, posteriormente, serían ampliadas y trabajadas para su incorporación en obras mayores. En el fondo es música compuesta para musicalizar ballets (Las criaturas de Prometeo) y obras de teatro: Coriolano de Shakespeare, Egmont de Goethe, etc. Se trata de composiciones cerradas y uniformes que expresan emociones e ideas llenas de heroísmo. El tema de la libertad está muy presente en este apartado de la producción del músico de Bonn. Por ejemplo, la obertura “Coriolano” (Op. 62) ilustra musicalmente el drama homónimo de Shakespeare basado en el héroe que tiene que escoger entre la libertad de conciencia y su lealtad a las leyes romanas;, “Leonora Nº 3” (Op. 72a), por su parte, es la mejor de las cuatro oberturas escritas para la ópera “Fidelio”. De idéntica valía son “Las Criaturas de Prometeo” (Op. 43) y “Egmont” (Op. 84), siendo esta última un buen ejemplo de la típica composición “beethoveniana”, que se puede definir como “música vigorosa que empieza de forma fragmentaria, cobra un componente épico a medida que avanza y finaliza en apoteosis”.Conciertos
Cada concierto de Beethoven es distinto, y en ello radica gran parte de su encanto y atractivo para los intérpretes y público. Beethoven desarrolla una escritura pianística de gran virtuosismo. Quizá el más famoso sea el Concierto para piano no. 5 “Emperador”, de 1809, en donde el virtuosismo y el sinfonismo se combinan a la perfección. Es una composición épica que tiene un originalísimo arranque e impresionantes cadencias. El origen del sobrenombre del Concierto Nº 5 (Emperador) se debe a que durante una de sus interpretaciones más tempranas, un soldado francés que se encontraba en el público, maravillado por el virtuosismo del concierto, se habría levantado gritando "es el emperador", en alusión a Napoleón.
El Primer y Segundo Conciertos para piano destacan por su concepción alegre, mientras que el Concierto para piano Nº 3, de 1801, de tono serio, es de una amplitud y calidad incomparables. Por su parte, el Concierto para piano nº 4 , Op. 58, de 1808, apuesta por la profundidad lírica y ha sido considerado, por Emil Ludwig, como el "mejor concierto para solo instrumento jamás compuesto". En cuanto a los conciertos en los que participan más instrumentos, hay que señalar el Concierto para violín y el Triple Concierto para violín, violonchelo, piano y orquesta, en donde Beethoven sustituye el sinfonismo por un entretenimiento muy del gusto de la época, dado a resonancias algo exóticas: Rondó alla polacca es su rítmico tercer movimiento.
Beethoven también compuso una Fantasía para piano, orquesta y coro, Op. 80, que se trata sin duda de una de las obras más asombrosas del repertorio de la música clásica, siendo una triple fantasía: comienza el piano solo, se le une la orquesta y, cerca del final, hace su entrada el coro.
El único Concierto para violín, Op. 61 fue en su tiempo una obra controvertida que atrajo poca atención en su estreno, con el violinista Franz Clement en la parte solista. Fue solo en 1850, de la mano del violinista Joseph Joachim, amigo de Brahms, que el Concierto alcanzó notoriedad. La explicación de esta demora en imponerse es lo complejo de su interpretación, que hizo que pocos violinistas se atreviesen a tocarlo por años, argumentando que la participación del violín a la par con la orquesta les restaba protagonismo, lo que se unía a la fuerte exigencia de Beethoven. Hoy por hoy es una de las obras cumbre del repertorio violinístico, consideradas como los hitos que señalan la madurez que requiere un violinista para hacer carrera internacional. Dentro de esta categoría de obras para violín y orquesta deben incluirse además dos breves Romanzas para violín y orquesta.
Sus 32 sonatas conforman el ciclo más extenso, complejo y difícil de la historia del pianismo universal. En ellas se manifiesta la personalidad revolucionaria y de transición de Beethoven, y el compositor se sitúa como el más destacado de la forma sonata del periodo comprendido entre Clasicismo y Romanticismo. Fiel a la forma sonata, el gran maestro se permite más de una innovación: sonata de dos (Op. 111), cuatro (Op. 109) o cinco movimientos, temas con variaciones, fugas, scherzos, etc.
Estas sonatas presentan nuevas sonoridades, audaces experimentos, y queda encerrado el mundo interior del compositor y también el recién llegado lenguaje expresivo de la revolución romántica. En la temprana Patética, en la tempestuosa Appassionata, en la brusca y laberíntica Hammerklavier, en las últimas sonatas Op. 110 y 111, el compositor llega a las fronteras de la exposición pianística, que serán alcanzadas en el op.120. Beethoven fue uno de los compositores que más exigió a los constructores de piano a mejorar la sonoridad y resistencia de los pianofortes decimonónicos.
El inadecuado entrenamiento que tuvo Beethoven en sus primeros años de estudios musicales se refleja en las tres sonatas para piano escritas en 1783. El piano súbito, los repentinos arranques, las figuras de arpegios conocidas como los "cohetes de Mannheim", son características de la personalidad musical y sentimental de Beethoven. Él es el primero en usar el acorde de novena sin preparar, y que se puede observar en el primer movimiento de su sonata op. 27 N° 2 "Claro de Luna", dedicada a otro de los grandes amores de su vida, la Condesa Giulietta Guicciardi.
Las sonatas para piano de Beethoven transportaron la música a un nuevo orden. En las del op. 2, se advierte un aliento y un dominio estructural que rompían con la elegancia dieciochesca. Después de 1800, Beethoven empezó a desarrollar el género con proyecciones románticas. La Sonata op. 22, en Si bemol mayor, es la última sonata del primer período de composición, la cual Beethoven declaró como su sonata preferida. La op. 26 en La bemol, Hammerklavier se abre con un tema lento con variaciones, sigue con un scherzo temerario y vertiginoso, una marcha fúnebre "a la muerte de un héroe" y concluye en un final que es un torbellino. A ésta le siguieron las dos sonatas Quasi una fantasía op. 27 que formalmente son cualquier cosa, menos convencionales. Los siguientes hitos de su composición pianística coincidieron con la gran crisis que le produjo el agravamiento de su sordera. La brillante Waldstein y la arrolladora Appasionata fueron de concepción tan revolucionaria, que hasta el propio Beethoven se abstuvo de escribir para piano solo durante algunos años. Pero la cima de su pianismo son las cuatro últimas de las treinta y dos sonatas, desde la Op. 106, Hammerklavier , que es frecuentemente referida como "sinfónica", por sus cuatro movimientos y , hasta la op. 111 en Do menor, la tonalidad de la que se valía para su música "Sturm und Drang", como por ejemplo, su Quinta Sinfonía. Las sonatas exigían un virtuosismo pianístico sin precedentes hasta entonces y eran prácticamente intocables en la época. Liszt fue quien demostró que era "tocable".
Sonatas para piano y violín
Destacan también las diez sonatas para violín y piano, en especial la Nº 9, Kreutzer, Op. 47, conocida por las exigencias que presenta para la parte del violín. Está dedicada a Rodolphe Kreutzer, conocido violinista de la época. Así mismo, la sonata Nº 5, conocida como Frühling (Primavera) y la Nº 10 gozan de gran popularidad.
Ópera y música vocal
El genio de Beethoven se centró sobre todo en la música orquestal, compaginándola con la música de cámara y para piano. También intentó desarrollar obras vocales, aunque con suerte muy diversa. Por ejemplo, su única ópera escrita, “Fidelio”, revisada desde 1805 hasta 1814, fue un fracaso el día de su estreno. El genial músico tuvo que esperar hasta la primavera de 1814 para ser aclamado entusiásticamente por un público enfervorizado. La nueva versión representaba para el público más que la recreación de los principios del Iluminismo, como fue su primer objetivo en 1805, la celebración de las victorias sobre Napoleón y como una alegoría de la liberación de Europa.
Lo cierto es que Beethoven no mostraría particular interés en escribir óperas. Un proyecto largamente conversado con Goethe para transformar en ópera el Fausto no llegaría jamás a concretarse por razones desconocidas hasta hoy. Sin embargo, algunos autores, basados principalmente en anotaciones del propio Beethoven, han descrito algunas de sus sinfonías como "óperas encubiertas"; tal carácter ha sido asignado tanto a la "Sexta Sinfonía" como a la "Tercera Sinfonía".
La celebrada Missa solemnis, escrita en 1818, su segunda obra para la iglesia católica, es un canto de fe a Dios y a la naturaleza del hombre. Es una de sus obras más famosas, compuesta por encargo de su alumno, el archiduque Rodolfo, nombrado en esa época arzobispo de Olomouc.
La Missa solemnis provocó no pocos problemas a Beethoven. La obra fue estrenada parcialmente junto con la Novena sinfonía. La versión definitiva sólo sería conocida por completo después de su muerte.
Otras obras corales de Beethoven son la Fantasía para piano, coro y orquesta (Op. 80), la Misa en Do mayor, Latina, (Op. 86), así como numerosos lieder, arias, coros y cánones, un ciclo de melodías, una cantata y el oratorio Cristo en el monte de los Olivos, en 1803, así como el famoso Presto de la Novena sinfonía.
Cuartetos de cuerda
Hablar del ciclo de los 17 cuartetos de cuerda beethovenianos, es hablar posiblemente del ciclo camerístico más trascendente de la historia musical. Hay algunos críticos musicales que incluso opinan que este género desarrollado por Beethoven es más representativo que el de las sonatas para piano y el de las sinfonías. Ciertamente, Beethoven murió componiendo cuartetos.
En los cuartetos hallamos, una vez más, el desarrollo de Beethoven a través de sus "tres estilos": los primeros cuartetos, fieles a Haydn, el segundo período dominado por los llamados "Cuartetos Rusos", compuestos por encargo del aristócrata Razumovski; pero los más significativos son los seis finales, compuestos entre 1824 y 1827, es decir, correspondientes a la última etapa, la algunas veces llamada "esotérica". La importancia del género en Beethoven rebasa los límites del Romanticismo, al grado de que sus últimas obras son una genial anticipación estilística y técnica que habrá de influir en Dmitri Shostakovich, Bela Bartók y en la Segunda Escuela de Viena de inicios del siglo XX; los cuartetos nos muestran al Beethoven más profundo y original. Es obligado un estudio a fondo de dicho ciclo para comprender al Beethoven más revolucionario.
- Cuartetos del primer período
- Cuartetos del período intermedio
- Cuartetos tardíos
http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Philipp_Emanuel_Bach
http://es.wikipedia.org/wiki/Ludwig_van_Beethoven
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_cl%C3%A1sica
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